Diseño de moléculas que aumentan la respuesta inmune contra el cáncer en ratones

Un equipo científico internacional liderado por investigadores de la Universidad de La Rioja ha logrado diseñar nuevas moléculas -mediante el cambio de un átomo de oxígeno por otro de azufre- que aumentan la respuesta inmune contra el cáncer en ratones, al 'enseñar' al sistema inmunitario de estos animales a reconocer el tumor y combatirlo.

Este importante avance en el desarrollo de vacunas terapéuticas contra el cáncer, ensayadas en ratones, ha sido publicado en la prestigiosa revista científica 'Journal of the American Chemical Society'.

Es fruto del trabajo llevado a cabo por los grupos de investigación de la Universidad de La Rioja 'Bioconjugación de proteínas' (BioLink), liderado por Francisco Corzana, y 'Química Biológica' (QuiBi), dirigido por Alberto Avenoza y Jesús M. Peregrina; junto a colegas del Instituto Italiano de Tecnología (IIT) de Lecce (Italia) y del Instituto de Medicina Molecular de Lisboa (Portugal). 

Los investigadores han diseñado un tipo de molécula (llamada glicopéptido) que imita a las encontradas de forma específica en tumores. Esta molécula es más fácil de reconocer como maligna que las que existen de forma natural en los tumores, por lo que enseña al sistema inmunitario a reconocer el cáncer y atacarlo.

De esta manera, actúa como una vacuna terapéutica. Es decir, funciona como un fármaco que identifica el tumor en sus primeras fases de formación y evitar su expansión.

La activación del propio sistema de defensa del paciente es la base de la inmunoterapia, una de las estrategias más prometedoras para combatir el cáncer. El objetivo final de estas vacunas terapéuticas es instruir al sistema inmunológico del paciente para que identifique y destruya las células cancerosas sin afectar a las sanas. Con este nuevo hallazgo los científicos han demostrado que es posible hacerlo de forma muy eficaz. 

"Para lograr esta eficacia -explica Francisco Corazana- hemos modificado el glicopéptido (que actúa como un antígeno) sustituyendo uno de los átomos de oxígeno puente entre el carbohidrato y el péptido, por un átomo de azufre. Éste es más difícil de descomponer por las enzimas del organismo, por lo que resiste más tiempo en el ratón y desencadena una mayor respuesta inmune". 

La vacuna consiste en inmovilizar cientos de copias de este glicopéptido de diseño en la superficie de nanopartículas de oro, que por su minúsculo tamaño llegan mejor a las células del sistema inmune y, por las características de este metal noble, no generan reacción del organismo contra ellas. 

Las pruebas realizadas en ratones con este material muestran que la potencial vacuna induce una respuesta inmunitaria fuerte y específica dirigida contra los antígenos asociados al tumor, lo que demuestra que las células del sistema inmunitario han sido instruidas correctamente.

Estos avances han sido posibles gracias a la colaboración multidisciplinar de varios grupos de investigación. En concreto, Francisco Corzana y sus colaboradores de la Universidad de La Rioja son expertos en el diseño de nuevos glicopéptidos y han sido los responsables del desarrollo y la síntesis del potente antígeno.

Por su parte, el equipo del Instituto Italiano de Tecnología (IIT) de Lecce (Italia), dirigido por el doctor Fiammengo, ha preparado las nanopartículas de oro a medida y las ha recubierto con moléculas del glicopéptido. Finalmente, la vacuna ha sido probada en ratones en el Instituto de Medicina Molecular de Lisboa, liderado por el doctor Bernardes.

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